Capitulo 20:
Entramos a la casa, y deposité el saco cerca
del sillón. Al parecer aun seguian en el entierro de mi abuelo, Georg bajó las
escaleras y una descarga de adrenalina me atravezó el cuerpo.
Georg: ¿Estás bien?
Tn: Si, fue solo. . . ¿Y Maddison?
Georg: Creí que estaba con tigo ¿Por qué
preguntas?
Tn: No lo sé. Creo que debo ir por ella
Tom: ¿Quieres que te acompañe?
Tn: No, puedo ir sola.
Georg: Déjame ir contigo
Tn: No, dejenme ir sola. Nada va a ocurrirme
Tom: No creo que la situación, este lo
suficientemente bien como para que vallas sola
Tn: Y yo no voy a dejar que me acompañen,
ninguno de los dos - Tomé mi abrigo y comenzé a caminar a casa. Sabia que algo
no andaba bien, más allá de esa descarga de adrenalina sin sentido, escuchaba
el crujir de las ramas
<<¿No tienes miedo?>>
La voz en mi cabeza me tomó por sorpresa, pero
decidí seguir caminando e ignorarle por razones obvias
<<Vamos, Elena. Sé que me
escuchas>>
Apresuré el paso, y desee que hubiese gente
dentro de la casa
<<Quieres jugar ¿Elena?>>
Cerré los ojos y suspiré con fuerza, por más
que sentia mi cerebro partirse en dos por que no reconocia aquella voz, seguí
adelante.
<<¿Que tal `Atrapame si puedes´?>>
Un lobo de pelaje gris, saltó delante mio
dejando su ocico cerca de mi rostro. Y chillé de miedo, al igual que de
sorpresa. Sus pupilas marrones comenzaron a dilatarse y sentí el cuerpo flojo.
Recordé las palabras de Tom, y con mi mayor fuerza de voluntad, eché a correr
al lado contrario.
<<Sabes jugar bastante bien>>
Le dí la vuelta a un roble y allí apareció de
nuevo, de improviso
Tn: ¡Déjame en paz! -El corazón latia en mi
pecho como si fuese a salirse, total y completamente desesperado
<<Sabes jugar a ser la carnada. Cariño,
tu corazón me recuerda al de un cordero asustado>>
Divisé la vieja cueva que habia encontrado el
dia de mi llegada y estuve a punto de entrar cuando el sonido de las pisadas
cesó, y me detuve en seco dando una vuelta de 360º para fichar el panorama.
-¿Todo bien por aqui? - Grité al escuchar la
voz, pero al voltearme me encontré con el simple rostro de Peter, y agradecí
que estaba alli cuando las rodillas estaban a punto de fallarme - ¿Estas bien?
- preguntó rodeandome por la cintura y estuve a punto de caer, ya que la
adrenalina habia abandonado mi cuerpo por completo.
Tn: Si, estaba regresando a casa.
Peter: Tu casa queda hacia el otro lado.
Tn: Yo. . .creí que. . . bueno. Creí haber
visto un lobo - reí con nerviosismo recogiendo un mechon de cabello detras de
mi oreja.
Peter: ¿Quieres que te acompañe?
Tn: No, estoy bien - le besé castamente para
emprender camino hacia mi casa
<<¿Estás segura?>>
La respiración se me cortó por un instante
pero seguí adelante